Alfonso Guerra
Criado en una familia modesta y muy numerosa, Alfonso Guerra cursó estudios de Ingeniería Técnica Industrial en la Escuela de Peritos de Sevilla, donde ejerció hasta 1975 como profesor de Dibujo. Después completó su formación con la licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, donde conoció a Felipe González y comenzó a desarrollar su activismo político.
En 1960 ingresó en las Juventudes Socialistas de la capital hispalense y, dos años más tarde, se afilió al PSOE como militante de la Federación Socialista de Andalucía, de la que fue secretario general hasta 1970. También fue miembro del Comité Nacional del partido hasta que ese mismo año fue designado para formar parte de su Comisión Ejecutiva.
En aquellos años de clandestinidad política para las formaciones enfrentadas al franquismo, Guerra, que respondía al sobrenombre de Andrés, fue, junto a Felipe González, una de las figuras más relevantes del XXIV Congreso del PSOE, que se celebró en Toulouse en 1970 y fue escenario de los primeros desacuerdos entre los llamados socialistas "históricos" que vivían en el exilio y los "renovadores" del interior del país. Dos años después, el XXV Congreso celebrado nuevamente en la ciudad francesa certificó la ruptura entre las posiciones renovadoras defendidas por Guerra y González y los postulados de la vieja guardia liderada por el histórico Llopis.En Suresnes, el lugar escogido en 1974 por los socialistas para su XXVI Congreso, se consolidó la nueva dirección del partido con Felipe González como secretario general. Alfonso Guerra fue elegido secretario de Información y Prensa y, dos años más tarde, en el XXVII Congreso, el primero celebrado en España desde la ilegalización del partido, ocupó la secretaría de Organización. En septiembre de 1979, y con motivo del Congreso extraordinario celebrado en Madrid, Guerra fue nombrado vicesecretario general del PSOE. Desde entonces y en los siguientes tres lustros, el político sevillano consolidó su posición como número dos indiscutible del partido.
Su trayectoria en la vida pública española comenzó con la elección como diputado por la circunscripción de Sevilla en las elecciones generales de 1977 y se prolongó de forma ininterrumpida en todas las legislaturas posteriores después de renovar su escaño en las convocatorias electorales de 1979, 1982, 1986, 1989, 1993, 1996 y 2000. Recordado como uno de los oradores más polémicos, cáusticos, sagaces e incisivos de la Cámara Baja, tras el triunfo del PSOE en los comicios de 1982, fue elegido vicepresidente del Gobierno en el primer gabinete socialista formado por Felipe González.Confirmado en el cargo tras las elecciones de 1986 y 1989, su carrera en el Ejecutivo socialista se truncó por el escándalo de tráfico de influencias que protagonizó su hermano Juan Guerra desde el despacho de la delegación del Gobierno en Sevilla. Aunque no se vertieron acusaciones directas contra su persona, después de un año sometido a una férrea presión política y social, Alfonso Guerra anunció el 12 de enero de 1991 su dimisión como vicepresidente del Gobierno español. Al año siguiente, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le eximió de responsabilidad penal en el caso.
Su salida del Ejecutivo y el progresivo deterioro de su relación, política y personal, con Felipe González, desató una disputa interna en las filas socialistas que derivó en el enfrentamiento explícito entre dos corrientes encontradas, el denominado sector "guerrista" y los "renovadores". Durante más de una década, Alfonso Guerra había sido el referente ideológico del partido, el encargado de mantener organizado su engranaje interno y el coordinador de todas las campañas electorales pero su peso político comenzaba a perder enteros.
El XXXIII Congreso Federal del PSOE, celebrado en Madrid en marzo de 1994, certificó el triunfo de las tesis renovadoras, que cerraron filas en torno a la figura de Felipe González, mientras los guerristas representaban la minoría en la nueva Ejecutiva, a pesar de que Guerra fuera reelegido vicesecretario general. Dos años después, los socialistas perdían las elecciones generales y, por primera vez tras casi quince años de Gobierno, ocupaban los escaños reservados a la oposición en el Congreso. Además, la renovación de cargos ejecutivos en el partido se antojaba inminente después de la negativa de Felipe González a optar a la reelección.
Celebrado el XXXIV Congreso en junio de 1997, Joaquín Almunia resultó elegido nuevo secretario general del PSOE y la vicesecretaría quedó eliminada del organigrama. Alejado de la nueva Ejecutiva socialista, Alfonso Guerra aceptó la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias, tres meses después.
Declarado amante de la literatura en general y de la poesía, en particular, su pasión por las letras nació en su etapa universitaria, donde dirigió algunas obras teatrales para grupos independientes y participó en el lanzamiento de revistas literarias, como El Palaustre, La Trinchera y la colección poética El Bardo. En 1969 fundó en Sevilla la librería Antonio Machado, punto de reunión de políticos e intelectuales, y después asumió la presidencia del Consejo de Redacción de la publicación Temas para el Debate.Autor de poemas, artículos y un buen número de obras políticas (Perspectivas de una España Democrática, El futuro del socialismo, El nuevo compromiso europeo, La democracia herida, Socialismo y cultura, etc.), su compromiso humanístico ha sido reconocido con numerosas distinciones, entre ellas, la medalla de oro de la Universidad de Roma (1984) y el doctorado "honoris causa" por la Universidad Federico Villarreal de Lima (1988).
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