Emilio Mola
El gobierno del general Dámaso Berenguer le nombró director general de Seguridad (1930-31), puesto desde el cual organizó una dura represión contra los movimientos estudiantiles y republicanos. No obstante, los republicanos no tomaron represalias contra él tras tomar el poder y proclamar la Segunda República en 1931. En 1932 fue separado del ejército como sospechoso de connivencia con el fallido golpe de Estado del general José Sanjurjo; pero un posterior gobierno de la derecha (con Alejandro Lerroux y José María Gil Robles) le amnistió (1934) y le nombró jefe de la Alta Comisaría de Marruecos (1935).
A raíz del triunfo electoral del Frente Popular en febrero de 1936, empezó a conspirar con los militares más reaccionarios y dispuestos a dar un golpe contra el régimen democrático, como Francisco Franco, José Enrique Varela, Manuel Goded, Alfredo Kindelán, José Sanjurjo, etc. Desde Pamplona, adonde había sido destinado por el nuevo gobierno, trazó el plan para el golpe de Estado y dirigió su ejecución en julio de 1936; pero el golpe fracasó ante la resistencia de las organizaciones republicanas en buena parte del territorio.Los sublevados decidieron continuar con su ataque contra la República, iniciándose una larga guerra civil, en la que Mola asumió el mando del ejército del Norte; pero murió en un accidente de aviación, permitiendo que fuera Francisco Franco el que se hiciera con la jefatura del bando rebelde.
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